
Así lo confirma la secretaria del organismo y propietaria de la pesquera Melinka, Verónica Saldivia, quien asegura que el área “ha estado complicada”, ya que conoce de cerca la realidad tanto del sector pesquero, como de aquel que se dedica a la comercialización de los productos. Junto con comentar que la compañía que tiene a su cargo produce centolla y centollón, se mostró cercana a todos los trabajadores del mar, quienes aseguran que los valores de estos recursos han sufrido considerables modificaciones. “No son productos de primera necesidad, son de lujo”, reconoció la empresaria, quien advirtió que han sido testigos de cómo la comunidad ha disminuido su consumo, llegando incluso a preferir alimentos sustitutos de menor precio.
“Cuando llueve todos nos mojamos”, lamentó Verónica Saldivia, quien es clara al manifestar que el déficit por el cual están pasando afecta a todo el sector pesquero y en especial, a los moluscos. “Estamos tratando sobrevivir este año con la esperanza que en el próximo la situación mejore”, comentó agregando que, por estos días, cuenta con la presencia “del 50% del personal que tenía en 2008”. Esto, se traduce a que hoy sólo 15 personas trabajan para la antes mencionada planta pesquera, que antes contaba hasta con 45 empleados.