
El delito lo habría cometido el imputado, iniciales J.O.P.B. (omitimos el nombre para proteger a la niña) cuando la víctima vivía con su madre y otras personas en la casa, entre ellas la entonces pareja de la abuela, quien se aprovechaba de ciertas circunstancias para efectuarle tocaciones con sus manos en los genitales de la menor de seis años. Según los antecedentes que investigó el fiscal, esta situación se repitió en reiteradas oportunidades.
A juicio de Meléndez, estos son hechos de clara significación sexual, que configuran el delito de abuso sexual.
Por este hecho, solicita que en la etapa procesal la justicia sancione al autor a cumplir una pena de cuatro años de presidio, más algunas medidas accesorias como la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena.
Igualmente solicita sean citados la lista de testigos que declararán en el juicio, incluida la propia víctima. Además de algunos peritos policiales.