La directora de la Junji, Ruth Simeone, solicitó a los padres que necesitarán de jardín infantil en febrero, avisar en las oficinas del organismo para poder calcular cuántos se deberán mantener en funcionamiento durante ese mes.
La llegada del fin del año académico no es un tema fácil para los padres, puesto que los niños ya no tienen que ir al colegio y se vuelve urgente encontrar a alguien que se quede al cuidado de ellos.
La situación toma ribetes más preocupantes cuando los hijos son pequeños y asisten a salas cunas o jardines infantiles, puesto que también hay establecimientos como estos que dejan de atender durante el verano.
Sin embargo, conscientes de la necesidad de las mamás y de los papás que trabajan, con respecto a tener que dejar a los menores en un lugar seguro, la Fundación Integra y la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) mantiene funcionando uno o dos establecimientos durante el verano.
La razón por la que ciertos organismos dejan de recibir a los niños en enero y febrero es que la asistencia baja considerablemente.
“Nosotros dejamos un jardín trabajando porque es acorde a la demanda que nos realizan. La mayoría de los párvulos se quedan en casa en este período porque los hermanos mayores se hacen cargo de ellos o de alguno de los padres porque salen de vacaciones. Respondemos a la necesidad de las familias”, afirmó la directora regional de Fundación Integra, Sonia Uyevich.
Este sistema se lleva a cabo desde hace años, y en esta oportunidad se decidió mantener abierto el jardín infantil Keola-Kipa, el que tiene una capacidad para 65 párvulos en nivel de jardín y sala cuna.
“Esto implica que desde el 11 de enero vamos a contratar a las trabajadoras que se desempeñarán durante este período”, agregó la directora.
Estas funcionarias ingresarán en esa fecha porque deben cursar una capacitación “en torno a las temáticas que son importantes para nosotros tratar”, explicó Uyevich.
La fecha en que este jardín infantil estacional comenzará a recibir a los niños será el 18 de enero y finalizará sus servicios a fines de febrero.
Un aspecto favorable y que entrega seguridad a los padres, es que muchas de las personas que trabajan en este período estival tienen experiencia en el área, por lo que el nivel de cuidado no disminuye en comparación al resto del año.