
El Presidente electo, Sebastián Piñera, se encuentra afinando los últimos detalles para dar a conocer los nombres de los subsecretarios de los ministerios del país. Según ha trascendido ésta se efectuaría mañana desde el Museo Nacional de Bellas Artes.
Claro está que no ha sido una tarea fácil, sobre todo, porque durante estos últimos días ha tenido que aplacar los ánimos entre los partidos que conforman la Coalición por el Cambio, luego de que algunos nombres que sonaban seguros para ocupar algún ministerio no fueran considerados, como el caso del diputado por Magallanes y presidente de la Cámara de Diputados (hasta marzo), Rodrigo Álvarez Zenteno.
Pues bien, ahora los partidos han apelado a las subsecretarías como premio de consuelo para estas figuras. De hecho, hace unos días atrás el propio timonel de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Fernando Coloma, destacó las capacidades de Álvarez para que éste sea considerado en una de las subsecretarías de gobierno. El parlamentario reconoció haber entablado conversaciones con la gente más vinculada a Sebastián Piñera, sin cargo específico, para ver si ellos estaban interesados en alguna de sus capacidades.
En tanto, que el senador Andrés Allamand (RN) criticó el bajo perfil político de los ministros designados. “La política se hace con partidos y dirigentes, por lo tanto, no me parece que la idea quede en el camino”.
Las críticas y sus efectos
Según cercanos al próximo gobernante, la nominación de subsecretarios, programada para mañana, se ha visto entrampada por dos factores: en primer lugar, la irrupción de las figuras partidarias –que han pedido rostros más políticos en las subsecretarías– ha provocado la readecuación de algunas cartas que ya estaban determinadas.
Y en segundo término la negociación paralela que han tenido los ministros con algunos postulantes habría desordenado los planes del equipo de transición (a cargo de elaborar las ternas para el Presidente electo).