La esposa del gendarme, que ayer asistió al control de detención (en la fotografía), confesó a Diario El Pingüino estar muy asustada por lo que sucedió. Al recordar el episodio, contó que estaban con su marido haciendo los trabajos de los hijos para el jardín, cuando sintieron piedras, gritos e insultos. “Como los niños se despertaron mi esposo salió a decirles que se vayan. Fue el momento en que dos individuos lo agarran y comienzan a pegarle. Él cerro la puerta por temor a que le hagan algo a los hijos mientras yo trataba de comunicarme con Carabineros. Fui afuera pero también me golpearon y en esos momentos una vecina salió a auxiliarme con un palo. Esto provocó que arrancaran, pero como justo pasaba  Carabineros por el lugar pudo detener a uno de los cuatro inculpados.
“Luego cuando íbamos con mi esposo camino al hospital vimos a los otros dos y mi marido, con algo de ayuda mía, consiguió reducirlos en el suelo hasta que le avisamos a Carabineros y llegaron a buscarlos”, contó la mujer. Sobre el estado de salud de su marido, dijo que tiene cortes y un coagulo en la cabeza.
Por eso ayer asistió al juzgado, “porque necesito una medida de protección para mis hijos ya que nos amenazaron de muerte”.
Posterior a este lamentable episodio llegaron familiares a protagonizar agresiones verbales en las afueras del domicilio de esta familia. Incluso a la patrulla de Carabineros le rompieron un vidrio.