
La teoría de la defensa giraba en torno a probar que su cliente se involucró con la niña, porque nunca lo negó, pero que desconocía que fuese menor de edad ya que ella siempre le dijo que tenía 18 años, corroborado, a su parecer, con la contextura física de la menor que la hacía aparentar una edad mayor. Finalmente, en octubre de 2008 la niña dio a luz un bebé de sexo masculino.
El fiscal Fernando Dobson persiguió judicialmente al acusado como autor de un delito de violación impropia. Si bien pedía una pena para esta persona de cinco años y un día de presidio, finalmente los jueces lo sentenciaron el viernes a tres años y un día, sin beneficios, por lo que deberá cumplir la pena con cárcel efectiva.
En febrero de 2008, encontrándose la niña de entonces 13 años en la misma casa con el acusado, éste procedió a tener relaciones sexuales con ella y como consecuencia de esto, la víctima resultó embarazada.
El acusado nunca negó la relación con la niña, y lo ratificó al término del juicio. Por eso el abogado Guillermo Ibacache sostuvo al término de esta instancia que “las personas cuando tienen este tipo de encuentros no se preguntan la edad”.