
“Al igual que el año pasado, el albergue recibirá a 50 personas diariamente en forma extraordinaria, los que se suman a los 30 cupos ya existentes en la Hospedería del Hogar de Cristo, lo que nos genera un total de 80 cupos para este invierno en Punta Arenas”, agregando que “si existe más demanda, se acondicionará la capilla para recibir a las personas”.
Sobre la alimentación que recibirán, en este servicio trabajan gran cantidad de instituciones convocadas por el obispado a través del programa “Magallanes Fraterno”.
Estos grupos se turnarán para entregarle cena a estas personas, mientras que el almuerzo será suministrado por el Hogar de Cristo a través de su programa Comedor Fraterno, que el año pasado atendió aproximadamente a 120 personas diarias, cantidad que se espera que se repita durante el 2010.
Ayer, las personas que llegaron al albergue cenaron un plato de cazuela.
Amada Catrilef comentó que la situación en la que están estas personas es una de las expresiones más crudas de la exclusión social y la gente no puede quedar indiferente a ella. “Debemos entender que existe esta realidad, donde nos enfrentamos a la pobreza más dura de la región, con condiciones climáticas extremas que ya han cobrado victimas fatales”.
Catrilef hizo un llamado a todos los magallánicos para que la gente vea esta situación y no se hagan los desentendidos.
“Estas personas son invisibles, pero se encuentran arraigadas en la comunidad, por lo que requieren el compromiso de todos los magallánicos”.
Por último, Catrilef recordó que este recinto es una gran ayuda para la gente en situación de calle, pero no es una solución definitiva.
Este albergue de emergencia está abierto desde ayer y se mantendrá recibiendo gente hasta el 15 de septiembre, gracias a los fondos aportados por la Municipalidad de Punta Arenas y el Hogar de Cristo Sede Magallanes.