Luego del reclamo efectuado por la apoderada Carla González de la Escuela 18 de Septiembre en contra de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) puesto que la computadora que la entidad le entregó a su hijo  en el marco del programa “Yo elijo mi PC”, sufrió un problema que no le permitió utilizarlo más de una vez, el organismo dio su versión de lo acontecido.
Efectivamente como lo había señalado González, Junaeb conoció el caso hace poco más de un mes, cuando la mujer se comunicó vía telefónica para plantear que el equipo le solicitaba una contraseña desconocida para ella al momento de ingresar al sistema. Esto, cuando se encendió el notebook en una segunda oportunidad.
En ese momento la entidad le recomendó a la apoderada que acudiera al servicio técnico, pues existe una garantía para los PC. Así lo realizó.
Desde la empresa encargada de las reparaciones “Austral Servicios”, explicaron que al equipo se le había ingresado una clave secreta al Bios y al disco duro, pudiendo solamente eliminar el “password” del primero de ellos. El arreglo del segundo desperfecto no era cubierto por la garantía.
El documento que señala las fallas que son reparadas en forma gratuita, que Junaeb aseguró haber entregado a los apoderados, consigna en el ítem número 3 de las Condiciones Generales que no se hace responsable por “El desconocimiento en la instalación, configuración y operación del software que generen el mal funcionamiento o errores de activación, registro y/o personalización de éste”, precisamente lo que la compañía argumenta que habría ocurrido.
“El error fue de manipulación. No es que el equipo esté malo. Aquí hay que tener claro que la garantía funcionó como debió haber sido y que cuando se trata de claves secretas del disco duro, no se puede hacer válido el arreglo porque no lo cubre”, explicó la directora regional de Junaeb, María Solange Fuentealba.
Esta situación le habría sido comunicada a González alrededor de 15 días después de que ella avisó su problema, informándole además que la alternativa al desperfecto era cambiar el disco duro por uno nuevo.
Eso fue lo que la apoderada se vio obligada a realizar, lo que tuvo un costo de $ 50 mil. No obstante, ella afirma que nadie en su hogar ingresó la clave secreta que originó la falla.