
Por ejemplo, se han acordado nuevos horarios y clases para conscriptos, sin embargo, la preocupación no sólo se centra en lo académico, sino que también en generar un espacio acogedor y seguro a los estudiantes.
Es por esto que se hizo un esfuerzo y se instalaron protecciones en el frontis del edificio, ya que los alumnos debían lidiar, día a día, con personas en estado de ebriedad que ensuciaban los alrededores del centro.
“Muchas veces se reunían en las afueras y no era cómodo para los estudiantes. Además que hacían sus necesidades y generaba un olor realmente malo, por lo que decidimos emplazar una reja”, explicó el director del CEIA, Julio García.
A su vez, ahora que se puede mantener la limpieza y el cuidado del lugar, se pretende crear un jardín que adorne los alrededores del edificio.