La intendenta Liliana Kusanovic expresó que la devolución de los fondos previamente recortados, ascendían al 55% del total y que serían inyectados diligentemente en licitaciones para el presente año.
La devolución de $ 3 mil millones, en cualquier contexto, siempre será una noticia positiva. Y así es como fue tomado por el Gobierno Regional (GORE).
Luego de la visita de un completo equipo de autoridades regionales a Santiago, la discusión presupuestaria llevada a cabo en el lugar, arrojó positivos y -posiblemente- negativos resultados consigo (ver página 6).
En este contexto, la intendenta Liliana Kusanovic al momento de hacer pública la noticia -minutos después de concluir dicho trámite- comentó lo satisfecha que se sentía con la gestión. La primera autoridad regional expresó que la devolución de los fondos previamente recortados, ascendían al 55% del total y que serían inyectados diligentemente en licitaciones para el presente año.
Agregó que el caudal reinsertado ya estaría siendo considerado como prioridades a ejecutar, destacando que la devolución dejó una deuda de sólo $ 600 millones del presupuesto original.
Dentro del grupo de proyectos que se generarán -en su mayoría- serán iniciativas que van a enmarcar en el ámbito de la generación de mano de obra para disminuir la cesantía.
El recorte presupuestario realizado por el Presidente Sebastián Piñera, a todas las regiones, con el objeto de reconstruir las zonas devastadas por el terremoto y tsunami del 27 de febrero pasado, es innegable que aún provoca mucha discrepancia entre los núcleos de oposición y oficialismo. No obstante, el Gobierno ya comenzó a dar algunas muestras de la vuelta a la normalidad, pero, aún así, también sigue al debe con el 45% de los recursos recortados de todo el territorio nacional.
De esta forma, la región ya puede respirar un poco más aliviada el presente año debido a este refrescante retorno de fondos. Sin embargo, la discusión presupuestaria para el próximo período y las diferencias que se podrían originar en los montos originales es un temor aún latente.
Las implicancias de tener dos años seguidos una modificación de capitales, quizás aún no se han dimensionado por parte del Gobierno, pero ya está dando que hablar en todas las esferas sociales.