Curiosidad causó en muchos una rápida visita que realizó el sábado a la Región de Magallanes el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín. En esas pocas horas que permaneció en Punta Arenas sostuvo varias reuniones con diversos actores políticos y tuvo intercambios de opiniones con la intendenta Liliana Kusanovic.
Pero ¿qué fue lo que provocó que Larraín viajara más de seis mil kilómetros en poco más de 24 horas? A quienes lo apreciaron y sostuvieron diálogo con él les argumentó que andaba de paso a Tierra del Fuego para visitar sus estancias, ya que posee extensos terrenos en esa zona.
Fuentes de RN, a nivel central, aseguran que la ambición de Larraín por llevar el mando político en Magallanes lo hace empecinarse en mantener contacto directo con cercanos que tiene en la zona e intentar alinear al Gobierno Regional a su manera. Para ello, anhela ampliar su círculo más cercano e incorporar al empresariado local.
Así fue como se le vio almorzando en un hotel de Punta Arenas el sábado con la gobernadora de Magallanes, Gloria Vilicic; el presidente regional de la UDI, Jorge Balich; el presidente regional de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Alejandro Kusanovic, y con el periodista Gonzalo Espina. “Hace rato que a Larraín le pena no contar con el apoyo empresarial en Magallanes, en ellos ve el principal sostén para afirmar toda su ambición de poder que tiene por esta zona”, dice un antiguo dirigente de RN  a nivel central.
Incluso, a algunos que apreciaron la lista de comensales que acompañaban a Larraín les llamó la atención que no estuviera presente el propio presidente de su partido en la región, Branko Ivelic.
Balich ayer reconoció su encuentro con Larraín. “Yo lo fui a ver al hotel donde él estaba, pero hablamos cinco minutos nada más y sólo cosas privadas. Él me había llamado por teléfono y yo necesitaba exponerle algunas cosas y él también, pero eran cosas más bien privadas solamente”.
Pero tras ese primer encuentro público, Larraín se contactó con Ivelic y le planteó que generara un acercamiento con la intendenta Liliana Kusanovic. Así fue como esa lluviosa tarde de sábado se juntaron a tomar un café la máxima autoridad regional, su jefe de gabinete, José Miguel Cruz, Larraín, Vilicic y el propio Ivelic.
Allí Larraín expuso varias inquietudes con respecto del manejo del GORE. Por ejemplo, señaló algunas molestias suyas por nominaciones. Pero allí Kusanovic, tras escucharlo, le señaló que la que mandaba en Magallanes era ella y que las decisiones se tomaban según los beneficios que pudiesen generar en la región. Al presidente de RN no le gustó mucho aquella afirmación, porque con eso quedaba claro que su objetivo de implantar sus ideas con respecto de cómo se debe administrar una región, por la que tiene tantas ambiciones, había fracasado.
Ayer, en Santiago, cercanos a la directiva nacional de RN aseguran que Larraín volvió molesto porque su viaje no le trajo buenos dividendos.
Por su parte, en Magallanes, miembros de la Coalición aseguran que el empresario y abogado dueño de extensos terrenos en Tierra del Fuego va a querer seguir intentando cogobernar en la región a través de la gobernadora de Magallanes, Gloria Vilicic, a quien él defiende a ultranza.