Una de las elecciones más importantes que se vivirán durante este año, es la elección de los miembros de la Convención Constitucional, los cuales serán los encargados de redactar la nueva Constitución.
Un hecho histórico, en donde por primera vez los ciudadanos podrán elegir quiénes son aquellos que redactarán la carta magna.
Sin lugar a dudas un hecho relevante para la historia de nuestro país y que quedará marcado como hito transcendental para el resto del mundo.
Magallanes, tendrá en total cinco representantes y por lo cual hay diversos rostros que quieren ser partícipes de este proceso.
Una de las candidatas es la abogada Javiera Morales Alvarado, quien además es profesora de derecho Constitucional en la UMAG.
Pingüino Multimedia, conversó con la candidata, respecto de su campaña.
- ¿Qué la motivó a ser candidata a la Convención Constitucional?
“Como cualquier ciudadana comprometida con la democracia y con el futuro del país y la región, estoy consciente que se trata de un momento histórico que definirá si en las próximas décadas avanzamos hacia un pacto social más justo y solidario, en que la dignidad esté al centro. Ese compromiso me llevó a ser activa partícipe de las movilizaciones, asambleas y cabildos desde el 2019 y en la campaña del Apruebo. Pero no voy a mentir: cuando me invitaron a participar como independiente tuve muchas dudas, por el costo personal que esto significa para una mujer con un trabajo y que además es mamá, pero finalmente fue más fuerte el compromiso con los procesos de cambio que la sociedad chilena y nuestra región han demandando hace tantos años. Además, como abogada y profesora de derecho Constitucional de la UMAG, sé la importancia que tiene el cambio constitucional, por lo que jamás me cansaré de desmentir a las voces que han tratado de hacernos creer que es irrelevante, con el único objetivo que siga todo igual”.
- ¿Qué características destacaría de su persona que le permitirían ser una buena representante de los magallánicos?
“Aún cuando desde 2019 estuve presente en los medios regionales, las calles y las conversaciones en los diferentes espacios ciudadanos, soy una magallánica sin trayectoria política. Si estoy en la papeleta, es porque hay personas que estuvieron en todas esas instancias que consideran que como independiente soy capaz de defender el planteamiento político que quiere esas transformaciones profundas. Esto no se trata de una competencia por qué candidato o candidata es más magallánico o magallánica, sino por quién tiene las capacidades para defender en la Convención los cambios constitucionales que se requieren para ser un país más equitativo y solidario, en lo nacional y lo regional. Creo que en eso sin duda ha pesado muy fuerte que soy mujer, mamá, abogada y profesora de derecho de la universidad estatal de la región, pero finalmente es la gente quien decidirá en la urna el próximo 11 de abril”.
- ¿Qué le propone usted a los magallánicos como candidata?
“Un compromiso para incluir a las magallánicas y magallánicos en el debate en la Convención. Recordemos que esta discusión se impulsó desde la ciudadanía, lo que demuestra que ya no nos es suficiente una democracia en la que solo elegimos a representantes, demandamos mayor participación. No podemos escribir la nueva Constitución entre 155 personas a puertas cerradas, de la misma forma que criticamos cómo se toman hoy las decisiones. Por eso estamos conversando con los distintos candidatos a alcaldes y alcaldesas para comprometer espacios de participación ciudadana durante el proceso. No podemos olvidar que esta es la primera vez que escribiremos la Constitución de forma democrática y paritaria, donde las mujeres tendremos el espacio político que nos corresponde. Es una responsabilidad de los candidatos y candidatas generar esos espacios de participación”.
- ¿Qué considera que es fundamental que la nueva Constitución contemple?
“En el contenido de la Nueva Constitución hay cuatro pilares que son fundamentales para el nuevo Pacto social. Primero, si queremos un país más equitativo y solidario requerimos derechos sociales garantizados por el Estado (salud, educación y pensiones). Además, tenemos que avanzar en un pacto que asegure la inclusión plena de la mujer en la sociedad, con igualdad de derechos y oportunidades. En la forma de organización del Estado, hay que perfeccionar nuestra democracia, generando mayor participación ciudadana en la toma de decisiones. Finalmente, y en esto creo que los candidatos de regiones tendremos mucho que decir, hay que avanzar en mayor equidad territorial, lo que implica otorgar mayor poder de decisión y recursos en las regiones y comunas”.
- ¿De qué forma está realizando su campaña?
“Con muchísima honestidad para señalar con claridad qué materias son abordables por la Constitución y cuáles no. También dejando en claro que aún cuando soy independiente, tengo una posición política que defiendo, que se traduce en los pilares que hablábamos antes, y que explican por qué voy en la lista Apruebo Dignidad. Recordemos que este es un proceso que se abre como respuesta a las demandas de la ciudadanía que se expresaron en un estallido social, por lo que aquí hay muchas esperanzas. Aún cuando en la Constitución están las bases de nuestro pacto social (los derechos y la organización del poder y del Estado), ello no significa que este cambio solucionará todos los problemas inmediatamente. Sin embargo, repito mucho a la gente en las calles y en los medios que, sin este cambio, las transformaciones no serán posibles”.
- ¿Qué espera del proceso de campaña?
“Llevar de nuevo el tema constitucional con fuerza a las mesas de los magallánicos y magallánicas y aportar al debate, como lo he hecho desde el 2019. Esta semana partimos la campaña en las calles y he podido observar cómo hay mucho interés, pero también mucha desconfianza. Recordemos que este proceso fue interrumpido por la llegada de la pandemia, pero no ha perdido su importancia y menos su urgencia. Por el contrario, la pandemia nos ha enrostrado la importancia que tiene por ejemplo contar con educación pública de calidad, no solo para nuestros niños y niñas, sino también para que las mujeres, que aún cargamos con gran parte de las labores de cuidado, podamos desarrollarnos en otras áreas laborales o sociales. En materia de salud ha quedado más patente aún la importancia que tiene contar con un sistema público universal que priorice a los que más necesitan, en vez de quién puede pagar. Si las vacunas se hubiesen distribuido según la capacidad de pago, no habrían sido los primeros en vacunarse los grupos de mayor riesgo. Aún cuando estos temas son tan urgentes, hay mucha desconfianza de la gente. Espero que la campaña esté contribuyendo a generar mayor confianza en el proceso informando con honestidad”.
- ¿Considera que es fundamental contemplar la regionalización en la nueva Constitución?
“Chile requiere una profunda transformación para abrir más espacios de participación directa y vinculante de la ciudadanía, y más poder efectivo en las regiones para la toma de decisiones en ámbitos clave como el desarrollo productivo o materias medioambientales. En los últimos 40 años los avances en descentralización se han dado en temas particulares, como la elección de los cores o la futura elección de gobernador regional. Esta es la primera vez que estamos pensando en la organización regional de nuestro país como un todo, y no podemos desaprovecharla. Tenemos que descentralizar en materia política y también fiscal o financiera, para acercar las decisiones a las regiones y comunas e incluir mecanismos de participación ciudadana vinculante, pero con equidad territorial. No puede ser que la calidad de la educación o la salud dependa de qué ciudad o región del país naciste, por lo que en los derechos sociales tenemos que avanzar en sistemas nacionales garantizados. Eso implica, por cierto, reconocer que en las regiones extremas, como nosotros, es más costoso y difícil lograr dichos objetivos”.
- ¿Qué opinión le merece el Tribunal Constitucional y qué modificaría de este en la nueva Constitución?
“La actual Constitución se ha transformado en un obstáculo para generar cambios que la ciudadanía demanda. Ello explica el gran triunfo de los que votamos Apruebo. El Tribunal Constitucional, en su diseño actual, forma parte de esos mecanismos para trabar. Recordemos que el Tribunal los últimos años declaró inconstitucional, y por tanto impidió, por ejemplo, prohibir el lucro en la educación superior, dotar al Sernac de mayores facultades para sancionar los abusos contra los consumidores y el fortalecimiento de la posición negociadora de los sindicatos. Por otra parte, se requiere de un órgano que haga cumplir la Constitución, sobretodo si vamos a tener una nueva carta legítima y nacida en democracia. Por eso la propuesta es modificar su composición y quitarle las atribuciones que le permiten impedir los cambios (lo que se conoce como control preventivo)”.