Por primera vez se da la situación de casos positivos de gripe aviar en pingüinos Adelia (Pygoscelis adeliae) y cormoranes antárticos (Leucocarbo bransfieldensis), instancia que marca un hito en la investigación de la salud de la vida silvestre en este territorio.
Las muestras fueron obtenidas en trece sitios de reproducción a lo largo de la península Antártica y la costa occidental del Continente Blanco, donde se detectaron nueve casos de gripe aviar altamente patógena (H5N1).
La región ya se encontraba en alerta anteriormente por esta enfermedad, esto debido a que en marzo se reportó una inusual mortandad de skúas en la base checa Johann Gregor Mendel en la isla James Ross. Tras la toma de las muestras, se confirmó este martes la presencia del virus en la zona. El anuncio se realizó durante la LX Expedición Científica Antártica organizada por el Instituto Antártico Chileno.
Desde el inicio de esta situación, el Comité Científico para la Investigación en la Antártica ha desarrollado un proyecto de seguimiento del virus para comprender y mitigar los riesgos asociados con las enfermedades aviares.