La temporada para disfrutar del avistamiento de ballenas se extiende desde el 1 de diciembre hasta el 15 de abril y coincide con la llegada de esos espectaculares mamíferos a la zona, que migran hacia estas aguas ricas en alimento, durante el verano austral.
Hay experiencias en la vida que nunca se olvidan y quedan presentes para siempre en nuestra memoria. Navegar en el Estrecho de Magallanes es una de esas y poder además avistar ballenas, es algo único. El magno y conmovedor espectáculo que ofrecen estos majestuosos mamíferos sabios de los océanos, en estos asombrosos y prístinos paisajes australes, ofrecen una rebosante conexión con la naturaleza.
La temporada de avistamiento de ballenas va desde el 1 de diciembre y se extiende hasta el 15 de abril, periodo que coincide con la llegada de las ballenas jorobadas a la zona, que migran hacia estas aguas ricas en alimento, durante el verano austral. ¿Pero qué significa el inicio de la temporada? Que las condiciones son óptimas para observar a estos cetáceos en su hábitat natural, ofreciendo a los visitantes una experiencia enriquecedora y segura.
Dicho avistamiento ha contribuido significativamente al posicionamiento de la Región de Magallanes como un destino turístico de renombre mundial al diversificar la oferta turística, complementando atractivos como Torres del Paine y la Antártica, junto con ofrecer experiencias únicas en fauna marina. Además, promueve el turismo sustentable, fomentando prácticas responsables que atraen a turistas conscientes del medio ambiente desde todo el mundo.