La vida útil del Vertedero Municipal de Punta Arenas expiró hace mucho tiempo. No es una novedad, ni un descubrimiento reciente. Es una realidad que se ha venido arrastrando por años, y que hoy, sin una solución a la vista, se ha convertido en una amenaza latente para el medio ambiente y la salud de todos los magallánicos. El vertedero, concebido para una ciudad más pequeña, está colapsado y no responde a las exigencias de una comunidad en crecimiento. Este no es sólo un problema de acumulación de basura, sino de un riesgo sanitario y ambiental que no puede seguir siendo ignorado.
Es por esto que en Punta Arenas fue escenario de la presentación del primer proyecto de fondo de inversiones de economía circular en Chile, iniciativa postulada a Corfo y que tiene como objetivo transformar el tratamiento de residuos en un proceso industrial sostenible, dejando atrás la práctica histórica de disponerlos en vertederos.
Matías Grez, encargado de desarrollo de proyectos del Fondo de Inversión Cehta explicó que el desafío principal es generar un sistema que permita procesar los desechos de manera local y cercana a las comunidades, disminuyendo la huella de carbono y, al mismo tiempo, entregando beneficios tangibles a las regiones. “O enterramos la basura y dejamos ese legado a nuestros hijos, o procesamos los residuos y los transformamos en oportunidades para la industria y la comunidad”, señaló.
El proyecto plantea la implementación de tecnologías que permitan clasificar, reutilizar y convertir parte de los residuos en gas, el cual posteriormente se transforma en energía térmica para alimentar un circuito cerrado. Este sistema no sólo reduce el impacto ambiental, sino que además abre la puerta a la generación de energías renovables y a la creación de nuevas fuentes de empleo verde.
En ese sentido, la propuesta responde a una de las problemáticas más urgentes del país: la ausencia de sistemas de tratamiento industrial de residuos que aborden la realidad territorial de cada zona. “Chile es largo y diverso; no tiene los mismos recursos en el norte que en el sur, por lo tanto, cada región requiere su propia tecnología y proceso de gestión”, agregó Grez.
La importancia de esta iniciativa radica en que une la economía circular, el reciclaje y las energías renovables como pilares de un nuevo modelo de desarrollo, donde los desechos dejan de ser basura para convertirse en materia prima útil. De esta forma, la Región de Magallanes podría posicionarse como un ejemplo en la implementación de sistemas sustentables que favorezcan tanto al medio ambiente como a la comunidad local.